09 Mar
09Mar

Por Arturo Buchelli

Por supuesto que el Día Internacional de la Mujer es un día para honrar a todas, incluso a aquellas cuyo pasatiempo favorito es escarbar más que un arqueólogo en busca del próximo gran escándalo municipal. Y si en Cartagena hay un personaje que merece su propia conmemoración, esa es la viejita chismosa, incansable en su misión de ser la CNN del chisme local.

Mientras el resto del mundo celebraba con discursos, flores y chocolates, nuestra querida corresponsal de la intriga estaba ocupada hurgando en el Ider, revolviendo fotocopias como si fueran los archivos secretos del Pentágono. Si la Comisión de la Verdad la contratara, resolvería todos los misterios de la historia en menos de 24 horas.

Y como cualquier artista de la farándula política, la viejita chismosa no pudo resistirse a su número estelar: una diatriba contra el alcalde Dumek Turbay. Como un mago en el escenario, se sacó de su sombrero toda clase de denuncias y teorías dignas de un guion de Netflix. Se diría que quería su momento de gloria, sus quince minutos de fama. El problema es que con la tecnología de hoy, esos quince minutos duran menos que una historia de Instagram.

Hoy, con el corazón en la mano (y el detector de mentiras apagado), le decimos: ¡FELIZ DÍA DE LA MUJER, viejita chismosa! Porque sin ti, la política local sería tan aburrida como un discurso de tres horas sin memes. ¿Recuerdas cómo tenías a Dau al borde de la locura con tus cuentos y debates? Pues resulta que el hombre  sigue como si nada. Es más, hasta podría lanzarse de nuevo a la alcaldía. Eso quiere decir que todos tus grandilocuentes denuncias tenían la solidez de un castillo de arena en Bocagrande.

Pero ahora la cosa es distinta, porque quien lleva el timón de la ciudad no es otro que Dumek Turbay, un hombre con un plan claro y un mapa de ruta más definido que Waze. Y ahí estás tú, viejita chismosa, lista para salir con tus chismes, tus alarmas y tus inagotables maricadas. Pero te advierto: esta vez te vas a quedar con las ganas, porque el camino está despejado y la gente confía en el alcalde más que en la oferta del 2x1 en el mercado.

Cada vez que te veo en el Concejo, no puedo evitar imaginarte como Barbarita de Sábados Felices, con tu traje largo, tu bolso repleto de "documentos reveladores" y esa frase inmortal: "A mí no es que me guste el chisme, pero dar información no es pecado". Y en cada debate que armas, la vergüenza más y más, como un chef que insiste en hacer sopa con piedras.

Mientras tú te hundes como el Titanic (y sin orquesta que te acompaña), los cartageneros siguen firmes con Dumek, como los músicos que tocaron hasta el último segundo. Porque una cosa es criticar con fundamento y otra muy distinta es lanzar acusaciones como quien juega dardos con los ojos vendados.


Y lo peor de todo es que se vienen las elecciones parlamentarias y ahí te veo, embolatada, tratando de hacer lo políticamente correcto. Pero déjame decirte algo: una cosa es tocar guitarra con Dau y otra muy diferente es intentar un solo de violín con Dumek. Y en este caso, querida viejita chismosa, la música suena mucho más armoniosa con violín.

En fin, solo pasaba por aquí para felicitarte y recordarte que para la próxima, en lugar de debatir con rencor y resentimiento, podrías intentar hacerlo con argumentos. Pero prepárate bien, porque al frente tienes un cuarto bate de verdad, y si pretendes lanzarle un rectazo como Aroldis Chapman, diez por seguro que te la va a sacar del estadio.

Así que, mi estimada viejita chismosa, te invita a recomponer tu camino… o al menos a hacerlo con un poco más de elegancia y menos dramatismo.

Con cariño, Un observador con palomitas en la primera fila.




Comments
* The email will not be published on the website.